La artoplastia de rodilla a la que se ha sometido don Juan Carlos , es una cirugía que reemplaza la articulación dañada, en este caso la derecha, por una prótesis artificial. Se realiza cuando una artrosis avanzada produce intensos dolores y la operación se prolonga habitualmente durante dos horas.
La intervención, que puede realizarse con anestesia general o epidural, es una de las más frecuentes en todo el mundo y no suele presentar mayores problemas: sólo un 2% de los casos se complican en quirófano, generalmente por culpa de trombosis venosas en el paciente o una infección. Después, durante el posoperatorio, existe cierto peligro de daños vasculares o de que el implante no se adapte correctamente, pero no es un riesgo significativo.
"La prótesis tiene dos componentes metálicos y un plástico para que no rocen entre sí", detalla el doctor Santiago Suso, director del Instituto del Aparato Locomotor del Hospital Clínic de Barcelona. De esta forma, las partes metálicas harían la función de los huesos, mientras que el plástico sustituiría al cartílago dañado por la artrosis.
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