Sesenta ballenas piloto quedaron varadas en una zona de aguas poco profundas en las islas Hébridas Occidentales, al oeste de Escocia, cuando acompañaban a una hembra moribunda, según han señalado los científicos que acudieron al lugar para rescatarlas.
Los resultados preliminares del examen practicado a una de las ballenas, que apareció muerta en la zona, reveló síntomas de una infección, por lo que los investigadores creen que el resto del grupo la estaba acompañando. Algunos ejemplares presentaban heridas causadas por el roce con las rocas del fondo del estuario.
Las ballenas piloto son sociales y no suelen abandonar a los miembros enfermos de su grupo, señalaron los expertos al diario británico The Times.
Los cetáceos quedaron atrapados en el lago Carnan, un estuario de aguas poco profundas en la isla de South Uist, el pasado jueves.
En un primer momento, se temió por la vida de todos los ejemplares si no eran capaces de encontrar el camino de salida hacia mar abierto, pero ayer no había rastro del grupo en la zona, por lo que los científicos confían en que estén de nuevo en aguas profundas. Si encontraron, eso sí, el cadáver de otra de las ballenas, confirmó Dave Jarvis, miembro del servicio del rescate marítimo escocés.
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